Por Arzobispo Gregory M. Aymond
Clarion Herald – 4/22/17
La Misa de la Consagración de los Óleos es una liturgia anual, en la que los sacerdotes que sirven en la Arquidiócesis de Nueva Orleáns renuevan su compromiso con el ministerio sacerdotal. También, es la Misa, en la cual se consagra los tres tipos de aceites que serán usados en el ministerio sacramental para el próximo año. ¿Pero usted dijo que, daría una sorpresa este año?
Sí. Leí una observación que el Papa Francisco hizo durante la Cuaresma a los jóvenes. Les dijo que entendía con qué frecuencia revisaban sus teléfonos celulares todos los días, y se preguntaba, si podían permanecer tan cerca de la Palabra de Dios, como lo están con sus teléfonos celulares.
Sus comentarios llegaron a casa conmigo. Había visto un pequeño folleto de los cuatro Evangelios y los Hechos de los Apóstoles, que ha sido publicado por la Conferencia de los Obispos de los Estados Unidos. No es un libro muy grande, y puede caber fácilmente dentro del bolsillo trasero de cualquier persona. Pero, esto fue sólo una semana antes de la Misa de la Consagración de los Óleos.
Buscamos alrededor para ver si estaba disponible localmente en grandes cantidades, pero decidimos ponernos en contacto con la USCCB en Washington, D.C., y ver si nos lo podrían enviar en cantidades grandes. Pensamos que necesitaríamos cerca de 1.200 copias, para entregarla a todos los que asistieran a la Misa de la Consagración de los Óleos. Ordenamos las copias, y seguimos el envío todos los días, para ver dónde estaban en tránsito. ¡Los “Evangelios de bolsillo” llegaron a Nueva Orleáns el día antes de la Misa!
¿Cuál fue la reacción de las personas que recibieron el folleto del Evangelio?
Creo que estaban muy contentos de recibir algo así, y espero que lo lleven con ellos regularmente, y tomen el tiempo para leerlo cada vez que tengan un descanso en su ajetreado día. Al hacer eso, tal vez podrían soltar sus teléfonos celulares durante unos minutos. Pueden tener sólo dos, tres o cuatro minutos, pero es suficiente tiempo para leer un capítulo breve, o incluso unos cuantos versos, y dejar que las palabras les llegue, y toquen sus corazones.
Después de la Misa, varios estudiantes le pidieron que le pusiera un autógrafo en la cubierta interior de sus folletos. ¡Ahora ya sabe cómo se siente Jack Nicklaus!
Me sorprendieron las peticiones, pero estaba muy feliz de firmar los libros. Sólo espero que esto les ayude en su camino cristiano.
¿Qué dijo sobre esto durante su homilía?
Traté de cruzar el punto, de que cuando leemos el Evangelio, no es sólo leer las palabras para la comprensión intelectual. El Evangelio toca nuestros corazones, y aprendemos más acerca de nuestro hermano Jesús. El Santo Padre, ha dicho que al leer los Evangelios e incorporar el mensaje del Evangelio en nuestras vidas, realmente nos estamos convirtiendo en ungido de Dios.
Por eso, quería extender la invitación del Papa Francisco a todos los que estaban dentro de la catedral. Quiero que la gente guarde el folleto en su bolsillo, y lo revisen más de lo que revisan sus teléfonos celulares – o al menos, tan a menudo como revisan sus teléfonos celulares. Que las palabras de este Evangelio toque sus corazones, y se haga carne. ¡Sorprendentemente, incluso algunos de los turistas pidió una copia!
Había muchos estudiantes en la Misa, que algunos tuvieron que ir arriba de los estrados, por encima de ambos lados de la sacristía.
Sí, la Misa de la Congregación de los Óleos sigue aumentando cada año. Este año tuvimos casi 900 invitados. Estoy agradecido de que nuestros administradores de la escuela, se dan la tarea de traer a sus estudiantes aquí, para esta liturgia especial. No es frecuente que los estudiantes puedan participar en una Misa donde se bendicen los aceites sacramentales, y cuando hay tantos sacerdotes – teníamos alrededor de 170 – están aquí en tan grandes números, renovando su compromiso sacerdotal. Estoy muy orgulloso de la Iglesia joven. También, son los ungidos de Dios.
Les doy gracias por su fe, y por sus esfuerzos por vivir como discípulos del Señor Jesús. Es tan fácil dejarse llevar por la multitud, y pensar que asistir a la Misa cada semana o hablar de Jesús, no es una buena onda para hacer.
Estos jóvenes adultos continúan diciéndonos que Dios es importante en sus vidas, y eso nos da esperanza como Iglesia. Los mantengo siempre en mis oraciones y en mi corazón.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond, se pueden enviar a: clarionherald